Welcome to our Deep Spanish practice series, a Spanish practice that engages students to read something more enticing than every day Spanish words. The purpose of this blog is to read and write in Spanish so that students taking Spanish classes can practice reading something other than ‘where is the library’ or ‘I like the blue pants’.
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Las reglas nos ayudan a vivir y a coexistir de manera armoniosa.
Hola. ¿Cómo están hoy?
Voy a dedicar este blog para expresar mi más profundo malestar hacia aquellos individuos que constantemente asumen que su derecho prevalece sobre las leyes, permitiéndose ignorarlas cuando no concuerdan con sus preferencias. En este caso en particular voy a hablar de las personas que escriben o leen mensajes mientras conducen.
Pocas cosas me enojan tanto como las personas que usan el teléfono cuando manejan.
Otra duda que me surge en relación con este mismo tema es: ¿Por qué personas que por lo general siguen las reglas creen que las leyes de conducir no son importantes y pueden ser violadas todos los dÃas, todo el tiempo?
La observación de vehÃculos circulando a 20 millas por hora en una vÃa con lÃmite de velocidad de 40 o 45 millas, o la reticencia de adelantar a conductores que zigzaguean sin percatarse de sus acciones, genera inquietud. Personalmente, he experimentado una situación de riesgo cuando una camioneta me impactó por detrás en una intersección considerablemente transitada, mientras mi esposo y yo estábamos detenidos en un semáforo debido a la distracción de la conductora con su teléfono móvil. Por suerte, no nos pasó nada, pero tuvimos que reparar el auto, el cual tuvo un daño importante.
Es lamentable que muchos no consideren la peligrosidad de tal comportamiento. No reflexionan sobre la posibilidad de un accidente en un segundo, ya sea por su negligencia o por circunstancias imprevistas como un peatón cruzando inadecuadamente o una bicicleta desviándose de tu trayecto. Su desinterés es palpable, respaldado por una creencia generalizada de que poseen habilidades especiales, superiores a la mayorÃa.
Surge el interrogante: ¿qué hacÃan estas personas antes de la existencia de los teléfonos celulares? En casos de emergencia o cuando no pueden aguardar durante el trayecto en automóvil, la opción sensata serÃa detenerse y estacionarse para concluir la conversación pendiente.
Mi preocupación se agudiza al considerar la frecuencia con la que este comportamiento ocurre. Aunque no dispongo de estadÃsticas precisas sobre el porcentaje de personas que conducen mientras envÃan o reciben mensajes, la observación reiterada confirma su prevalencia en las calles y en las autopistas y yo no soy una persona que esté constantemente detrás del volante.
La pregunta que resuena en mi mente es: ¿por qué?, ¿por qué no pueden respetar las leyes y abstenerse de realizar estas acciones? ¿Es tan complicado para algunos seguir las normas?
A pesar de cualquier percepción de habilidades excepcionales, ¿por qué no acatar las reglas como es debido? ¿Se han imaginado o anhelado un mundo en el cual todos respetan las normativas?
En caso de desacuerdo con las leyes existentes, ¿han considerado la posibilidad de participar activamente para mejorarlas o cambiarlas mediante los cauces legales?
La comprensión de la necesidad imperante de las leyes deberÃa constituir una premisa fundamental para el funcionamiento coherente y seguro de la sociedad.
Yo no sé ustedes, pero uno estudia la necesidad básica de tener reglas en una sociedad en la escuela secundaria. Las reglas dan un marco normativo que guÃa el comportamiento de los individuos para lograr un funcionamiento ordenado y equitativo. Las reglas proporcionan una estructura necesaria para evitar el caos y la anarquÃa que habrÃa si cada uno hiciera lo que le pareciera bien, justo o apropiado.
Las reglas protegen nuestros derechos y libertades al establecer lÃmites en las acciones que podrÃan perjudicar a otros miembros de la sociedad. Esto es tan importante que no entiendo cómo no se habla más seguido o todo el tiempo: esto garantiza el equilibrio entre la libertad personal y el bienestar común.
Las reglas nos ayudan a resolver conflictos de manera justa e imparcial y nos ofrece una base fundamental que contribuye a la cohesión social al compartir un conjunto de valores y principios. Y, por último, las reglas proporcionan estabilidad a las instituciones gubernamentales y sociales ya que establecen cómo se debe operar. Esto es clave para evitar o controlar la arbitrariedad y la corrupción.
Las reglas nos ayudan a vivir y a coexistir de manera armoniosa. Son indispensables para que nos respetemos, que respetemos los derechos y necesidades de los demás, trabajando juntos para lograr el bienestar y progreso para todos.
Es por eso, que, aunque parezca una tonterÃa, enviar o recibir y leer un texto al conducir es también romper las reglas. Rompemos reglas que pueden ocasionar un accidente terrible y aunque no fuera terrible, demanda tiempo a todas las partes involucradas, dinero, nuestro y público que simplemente podrÃa evitarse si pudiéramos controlarnos y estacionar para leer un mensaje o simplemente, esperar diez o veinte minutos y leerlo al llegar a destino.
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